He llorado por cosas absurdas. Me he preocupado antes de que nada sucediera. He sentido como el mundo se me caía encima. He bailado bajo la lluvia. Me he decepcionado de personas de las que pensé que no lo haría, y he decepcionado a otras. He hecho las cosas más estúpidas aún sabiendo que lo eran. He pasado noches enteras en vela y he llenado la almohada de lágrimas. Me he emocionado al ver una película, escuchar una canción o leer un libro. He soñado lo imposible. He cantado hasta quedarme sin voz para expulsar todo el miedo. He sonreído cuando tenía gana de todo menos de eso. He tropezado con la misma piedra no dos, ni tres, sino cinco veces. He callado cosas que necesitaba decir. He explotado delante de la gente equivocada. He roto distancias y he sentido abismos entre personas a las que tenía delante. He roto promesas, y he roto personas. He mentido incontables veces, pero nunca he dicho un te quiero sin sentirlo. He escrito cosas, me he arrepentido y las he roto en pedazos. He hecho mucho daño sin motivo. He preferido perder a ganar, he explotado la felicidad y al día siguiente me he quedado sin nada. Me he emocionado recordando, he perdonado sin querer hacerlo…
Sigo aquí. Puede que muchas veces ni siquiera me sienta viva, y puede que sea así, que simplemente exista en mitad de la nada, pero sigo aquí. He cometido millones de errores, he creado mi propia historia, y he sido feliz. No, no he plantado ningún árbol, ni hecho todas las cosas que dicen que hay que hacer en la vida, ni siquiera he tenido un beso. Aún así, no me arrepiento de mi historia, y bueno, soy yo. Simplemente, ni más ni menos, increíblemente lejos de ser perfecta, pero yo.
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