
Si tuviera que poner todos los momentos juntos, no acabaría nunca. Pondré los que recuerdo, son unos pocos pero espero no olvidar ninguno importante...
30 de diciembre de 2008. El día en el que te conocí. Empezamos siendo amigos, puede que ni eso, solo conocidos. No sé como empezamos a tener tanta confianza uno en el otro, ni a contarnos tantísimas cosas. Pero me alegro muchísimo de haberte conocido, no podría volver a ser la misma que antes, gracias a ti. Cambiaste completamente mi vida, mis sentimientos, mi forma de pensar. Eres la persona a la que más he llegado a querer, que desde el principio me ha dado muchísima confianza y cariño.
29 de marzo de 2009. Fue una de las peores semanas de mi vida. No imaginaba mi vida otra vez sin ti, no ahora que te había conocido. Todo me daba miedo y no sentía confianza con nadie, al no tenerte ahí apoyándome. Desde entonces mucha gente me ha preguntado por qué te perdoné, por qué dejé que todo volviera a ser como antes, por qué te devolví mi confianza. Nunca les respondí, pero siempre lo he sabido. Dejé que todo volviera porque era lo que necesitaba y sigo necesitando y porque en parte también fue culpa mía. Si hubiera sido una buena amiga me habría quedado allí, esperándote, por mucho daño que me hicieras. Si volviera a pasar lo mismo, no habría cometido esos tontos errores de dejarlo pasar, porque ahora me doy cuenta de que podría haberte perdido de verdad. Pero quiero que sepas que recuerdo todas y cada una de las palabras que dijimos ese 4 de abril en el que todo volvió a ser como antes, y a la vez nada fue igual. El día en el que durante más tiempo lloré de alegría, uno de los mejores de mi vida.
17 de junio a 2 de agosto de 2010. Fueron días difíciles, supongo que solo nosotros los conocemos bien, mejor que nadie. Te agradezco todos esos días...
Podría decir aproximadamente, 730 días especiales para mí, pero no me parece necesario que te diga que todos son increíbles.
Muchísimas gracias por estos momentos, por estar ahí, por aceptarme siempre, por escucharme, por comprenderme.. no acabaría. No me imagino mi vida después de estos 2 años, no sé quien me apoyaría si tú no estuvieras. Tantas sonrisas, tantas lágrimas, tantas conversaciones, tantísimas cosas gracias a ti. Tantas llamadas fallidas, tantas cartas que aún tenemos que enviar...
Todo lo que estoy escribiendo ya lo sabes, pero te repito, voy a estar siempre ahí, siempre podrás contar conmigo.
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