Y que ya no sé que decir que no haya dicho ya... La gente falsa, el pesimismo, los textos tristes, las lágrimas, los cada vez más cortos momentos de felicidad, son lo que abunda en mi vida... Sin embargo, estoy escribiendo esta entrada por otra cosa. Por esas personas, que realmente hay pocas en mi asquerosa vida, pero que me saben sacar una sonrisa aunque tenga los ojos nublados por las lágrimas. Que me escuchan aunque diga las tonterías más grandes del mundo, que me saben consolar aunque no tenga razón, y darme la mano cuando me siento insegura. Esas personas que dicen siempre estaré aquí y lo dicen de verdad. En las que se puede confiar sin miedo a que nadie más se entere de nada.
A todas esas personas tengo que decirles gracias.
¿Y donde está ahora esa confianza que ibas a tener en mí?
Give me back my world
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