Entonces, ¿las personas a las que más odiamos son en realidad las que más nos importan? Yo lo veo así. Solo odio a las personas que realmente me han hecho daño, y solo me puede hacer daño alguien que me importe. Si no me importa me dará igual lo que piense, o lo que diga de mí. Hay pocas personas a las que haya odiado en esta vida. Ahora mismo no odio a nadie. ¿Significa eso que todas las personas importantes para mí son buenas personas?
Eso ya lo veremos... Quiero creer que sí
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