Nunca he sabido que era lo correcto y lo que no. Siempre he tratado de hacer lo que pensaba que estaba bien, si pensarlo. Ultimamente las cosas cambian mucho. Pienso cada decisión una vez, y otra, y otra, hasta que deja de perder sentido, y es automática. Y me desespero por las cosas más tontas, y me río sola y sin motivo de repente. Y imagino que estás aquí, luego me doy cuenta de que no. Y vuelta a empezar. Cualquier cosa me recuerda a ti. Las camisetas negras, las pipas, la música, la ropa que llevaba puesta cuando te veía, esas noches que para mí eran mágicas. Los abrazos, las palabras. Y te echo tanto, tanto de menos. Solo me queda imaginar, cosas que sé que no pasaran.
Pero aún me quedan pequeñas cosas, alegrías. Gente a la que quiero feliz, salidas, amigos, cariño. Y se siente bien, aunque luego cuando me quedo sola, vuelvo a pensar en ti. Parece un bucle sin sentido, pero no lo es. Porque durante ése tiempo sonrío, disfruto, aprendo... Y también lloro, pero casi son mejores para desahogarse que contenerse
Gracias a todas aquellas personas que me hacen sentir bien día a día
No hay comentarios:
Publicar un comentario