Nunca sabes cuando vas a tener otra oportunidad, pero siempre vas a tener que equivocarte. Porque es imposible nacer sabiendo que es lo que quieres, lo que merece la pena de verdad. Para eso está la vida, para ir descubriendolo y equivocandose.
La vida no habla. Por eso hago lo que me dice mi corazón. Mi corazón te quiere. Y voy a luchar por ese sentimiento.
Hoy he aprendido que la felicidad no es un espacio de tiempo en el que no te salen cosas mal. La felicidad son pequeños espacios de tiempo en los que sientes que merece la pena seguir viviendo.
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